Oso Cántabro
Para todos los gustos hay; algunxs prefieren sin pelos y otrxs con pelos. Y para quien prefiera con pelos está este Oso Cántabro que muestra su cuerpo sin tapujos. Una sesión bastante amena con mucho palique, tormenta de ideas y mucha complicidad.
Ante todo la comodidad del modelo
Mi premisa ante todo como fotógrafo, por más ideas que tenga en la cabeza o en bocetos, es la comodidad del modelo. Para mí es lo más importante porque es lo que garantiza que una sesión fluya con naturalidad. Ya, una vez adquirida confianza de parte y parte en la pre sesión en la que hablamos de ideas, me permite hacer acercamientos y primeros planos.
Sensualidad, es el calificativo que puedo usar para describir lo que este cuerpo serrano emana. Y, aunque a todos nos invade la inseguridad a la hora de desnudar nuestros cuerpos, sea ante la mirada de otro cuerpo o ante una cámara, es el buen feeling el que nos permite hacerlo.
Sin embargo, cuando la confianza es mutua nada impide despojarse de ropas y, sobre todo, vergüenzas. Porque en una sesión de fotos no sólo desnudas tu cuerpo, desnudas también tu alma y tus miedos.
En ocasiones suele pasar que tu cuerpo reacciona «visiblemente» porque te encuentras cómodo, porque estás a gusto, porque la última pose sobre la cama te ha puesto contentillo. No pasa nada, no me ofende, también soy hombre y puedo tener las mismas reacciones ante algunas situaciones.
Y para culminar…
Para la gente curiosa tuve el consentimiento por parte del modelo tanto para hacer la siguiente foto como para publicarla. Y es que mi propia curiosidad me lo pedía a gritos. Gracias Oso Cántabro por tu aportación y por tu valentía.
Y no me canso de decir, tal como reza en el apartado Sobre mí que mi fotografía «es un trabajo en equipo y es muy importante que ambos estemos a gusto». Así que anímate a ponerte en contacto conmigo y exponerme tu idea.