Angel Domínguez Fotógrafo
FOTOGRAFO DE DESNUDO MASCULINO
Blanco y Negro / Color
Sin menospreciar al color en la fotografía, yo suelo trabajar en blanco y negro. Le agrega un toque de misterio y a la vez de sensualidad que para mí es un plus en el resultado final de cada foto. Sin embargo, sí que hago trabajos en color. Es cuestión del tipo de fotografía y el efecto que se quiera producir en el resultado.
Sobre mi…
Para que puedas conocer un poco sobre mi debo decir que la frase que mejor me define es: «Venezolano de nacimiento, gallego de sangre, cántabro de corazón y Fotógrafo por vocación».
A través de la fotografía he ido descubriendo pequeñas cosas que puedo lograr. He probado y degustado varias ramas que me gustan, pero me decanto por el desnudo masculino artístico.
Mi intención no es hacer porno, eso se lo dejo a las grandes productoras. El desnudo es un arte, mal visto por algunos y menospreciado por otros, pero es un arte. Y el arte se disfruta haciéndolo y admirándolo.
Desnudo parcial o total
Cierto es que todo ser humano tiene un poco de pudor, pero también tenemos nuestro lado exhibicionista. Un desnudo total no tiene porqué ser pornográfico ni asumirse como tal, cada uno es libre de lo que quiera mostrar. Y el desnudo parcial, entre otras cosas, es sugerente, atractivo, misterioso.
Sin embargo, se pueden combinar ambos desnudos en una misma sesión para tener diferentes puntos de vista, y sobre todo para cumplir con los requerimientos de las redes sociales.
Opiniones
«Fotógrafo y amigo. Son muchas cosas las que destacaría de Angel Domínguez. Recuerdo mi primer contacto con Angel, un anuncio que ponía desnudo masculino. Al mismo tiempo que sentía curiosidad me surgían las dudas, (molaría unas fotos así, pero… será un tipo serio?). Me decidí a chatear con él sin ningún tipo de compromiso y las sensaciones fueron positivas. Lo pensé un poco y me dije…. por qué no, quiero hacer algo distinto. Angel enseguida me comentó su forma de trabajar y yo le dije mis condiciones lo que quería mostrar y qué no quería que se viese, le pareció perfecto y me dije a mi mismo, este es un tipo serio. Confirmamos día y hora. Pues bien, ese día llegó y me presenté en su casa dispuesto a desnudarme porque una de las cosas que no le gustan son las marcas de ropa en la piel. Angel es un tipo de mediana estatura informal en su forma de vestir, con una voz baritonal rota por el tabaco y con un don especial para que te sientas cómodo estando completamente desnudo delante de su cámara. La sesión empezó tomando unas cervezas y comentándome las fotografías que tenía pensadas para mí. Y luego escuchando con mucha atención mis opiniones y esto es una de las virtudes que tiene. ¿Cómo definiría a Angel Domínguez?: profesional, apasionado, cercano, sincero. Mi experiencia ha sido muy positiva no sólo en el trato si no en el resultado final, las fotos son una pasada y lo pasé tan bien posando que creo que me hice adicto a ser modelo de Angel.»
Baco
«Mi experiencia respecto a la sesión ha sido positiva. Hacer una sesión de fotos desnudo siempre me había apetecido pero nunca había surgido la oportunidad o no se habían dado las circunstancias. El hecho de quedar antes de la sesión con Angel en la que me contó un poco sus ideas etc facilitó el inicio de la sesión. En todo momento me sentí cómodo, no me costó el hecho de desnudarme y ponerme frente a la cámara. Una vez lanzadas las primeras fotos el resto fluyeron aceptando mis propuestas y sugerencias no siendo como él bien decía un «fotógrafo dictador» el resultado fue espectacular y eso que generalmente no me admiro a mí mismo en foto. En resumen, sin duda repetiría.»
Oso Cántabro
«Soy de los que tienen en la cabeza que su cuerpo no entra en los cánones de belleza (si bien, hasta ahora, nadie los ha patentado), pero me atraía la posibilidad de que un fotógrafo me hiciera sentir cómodo con mi cuerpo. Desnudarme ante alguien no es un problema pero Ángel me ayudó a quitarme el problema de mostrarme delante de todas las personas que podrían verlo a través de la página; por eso fue fácil posar: porque me encontré cómodo, a mi aire, intentando ser sexy y atractivo. Ni yo tenía por qué hacer lo que no me gustaba ni él daba órdenes sin más: el encuentro artístico fue también un diálogo continuo, de manera que ninguno de los dos estaba obligado a nada. Es curioso darse cuenta de que la cámara (o, mejor dicho, quien está detrás de ella –en este caso, Ángel–) encuentra puntos bonitos, detalles atractivos de los que uno mismo nunca se había dado cuenta. Y es interesante verlos después plasmados en la pantalla. Ponerme delante del objetivo de Ángel me ayudó en su momento a sentirme bien conmigo mismo y, ahora, me recuerda, a menudo, cómo soy en realidad: un chico alargado, un poco estrábico, con una tripa incipiente, de pecho velludo y de culo plano. No hay nada de malo en ello, según el ojo con que se mire.»
Beharing Man
